La ocupación es un serio problema en España. Cerca de más de 100.000 viviendas se encuentran habitadas por ocupas. Este problema conlleva un coste que tiene que sufragar el propietario mediante proceso judicial para poderlos echar de las casas ocupadas.
Este tipo de fenómeno se suele producir en casas compradas para invertir, segundas viviendas u hogares no habitados. Nadie está exento de este problema, pero puedes tomar medidas para prevenirlo, una de ellas es poner una alarma con aviso a la Policía.
La instalación de un servicio de alarma para protegerse de los okupas, no sólo es una medida disuasoria, además el sistema nos lo notificará inmediatamente para poder advertir a la Policía y realizar la denuncia con rapidez. Una rápida intervención policial puede ayudarnos a no dilatar el proceso de desocupación. Los agentes comprobarán si esa ocupación es reciente y/o si la vivienda constituye el domicilio habitual de los ocupantes. Si la ocupación es reciente, los agentes podrán concluir que no existe morada habitual y ésto facilitará mucho la desocupación de la vivienda.
Lo que conseguiremos con nuestro sistema de alarmas anti okupas es demostrar, mediante la rapidez de la notificación a la policia, que no hay "domicilio constituido" y que, por ello, los ocupantes deben ser desalojados inmediatamente. Si se deja pasar el tiempo, no se podrá dar el desalojo, porque el inmueble constituirá el domicilio habitual de los ocupantes y para el desalojo habrá que comenzar un proceso por vía administrativa, penal o civil.
Desde el año 2018 la instalación de sistemas de alarma anti okupas se considera una de las mejores medidas por su inmediatez, aumentando su consumo en un 58% en relación a años anteriores y generalizandose en el año 2020 para viviendas sin inquilinos o segundas viviendas, sobre todo. El número de particulares que confían en un sistema de alarma aumenta exponencialmente en los últimos años